Este 5 de diciembre, la Sala Plena de la Corte Suprema decidirá quién sucederá a Javier Arévalo Vela como presidente del Poder Judicial para el período 2025-2026. Entre los candidatos destacan Janet Tello Gilardi, Carlos Arias Lazarte y Manuel Luján Túpez, quienes representan distintas generaciones y perspectivas sobre el rumbo de la institución.
El proceso se desarrolla en medio de un cambio generacional en la administración de justicia. Desde 2022, con la incorporación de magistrados nombrados por la Junta Nacional de Justicia tras el escándalo de los CNM-Audios, se ha notado un protagonismo creciente de los nuevos jueces supremos. Esto se refleja en candidaturas como la de Luján, quien pertenece a esta nueva generación y aspira a unificar el voto de sus pares recién incorporados.
Por otro lado, Tello y Arias, vinculados a generaciones anteriores, enfrentan el desafío de dividir sus potenciales votos entre los magistrados más veteranos. Mientras Tello destaca por su enfoque en la inclusión social y la descentralización de la justicia, Arias tiene una trayectoria marcada por su paso por la Academia de la Magistratura y su relación con casos controvertidos como los del “Rey de la Pesca Negra”.
Manuel Luján, actual coordinador nacional del subsistema de extinción de dominio, se presenta como el rostro de la renovación judicial. En su labor, ha impulsado medidas clave contra el crimen organizado, aunque su postura frente a demandas como la reforma de la Ley de Pérdida de Dominio genera debate.
Esta elección no solo definirá la presidencia del Poder Judicial, sino también el futuro de la independencia judicial en el país. Con la nueva generación imponiendo su presencia, se abre un debate sobre la experiencia versus la renovación en la conducción de la justicia peruana.